viernes, 27 de noviembre de 2009

Fin de semestre...y de año..






Final de semestre......

Realmente ha sido un fin de semestre muy relajado; no quiero decir que no tenga con que entretenerme: trabajos finales, ensayos, casos de legislación educativa que resolver, lecturas y más lecturas, pero nada que me quite el sueño ni que me mantenga despierto de madrugada haciendo tarea ni cortándome las venas con panditas por que mi cerebro no comprenda que hago allí.

Aún ignoro si el semestre que viene continuaré en la Universidad, al menos con todas las materias; este semestre fue de excepción, pues quería experimentar que se sentía llevar una carga normal de trabajo escolar, a cambio, claro, de una reducción muy drástica en mis ingresos, la cual fue incluso mayor de lo planeado. No creo que el semestre que viene pueda soportar continuar así, viviendo de arrimado con una familia que conciente o inconcientemente, de una u otra forma, me recuerda constantemente que está decepcionada de que no fuí lo que esperaban, y aunque no lo digan con palabras, me perciben como un fracasado. A lo mejor no están muy lejos de la verdad; yo mismo he sido mi juez más terrible, pero me he perdonado ya, en gran medida, por haber intentado tantas cosas y fallado en casi todas ellas, ya que conozco y comprendo las motivaciones que me impulsaban a cada una de ellas y por otro lado también soy concientes de esos logros silenciosos y mágicos que me han permitido seguir vivo, pero tanto de unas como de otras mi familia ni tiene ni idea ni le interesa saber, están felices en su área de comfort conocida y les concedo su derecho, pero es en esos aprendizajes en los que he encontrado una visión de la vida mucho más rica de la que ellos tendrán jamás. A veces me dejo llevar por la negatividad, no lo puedo evitar, y ello me conduce a depresiones más o menos pasajeras, pero mi espíritu vital es mucho más fuerte y hasta ahora no he perdido por completo la fé en mi mismo.

Como sea, agradezco la oportunidad de haber ampliado mi horizonte mental en las aulas de la mejor Universidad de Hispanoamérica, donde soy feliz y donde he encontrado mucha motivación para seguir confiando en el ser humano. Que por ahora escaseé el dinero hasta para invitar a salir a la hermosa niña que en mi lugar de trabajo se ha robado mi corazón, es un mal pasajero(aunque doloroso). Que para mi carrera haya pocos empleos, mal pagados y requieran en general solo gente menor de 25 años (para explotarlas mejor) y con experiencia, tampoco me quita el sueño; elegí la carrera que llevo por que me interesaba ampliar mis propios horizontes y aplicar en mi mismo, primero que nada, el conocimiento adquirido. Para sobrevivir, siempre podré volver a tener aunque sea un puesto ambulante o ser empleado en algún centro comercial, pero mi vida interna nunca será la misma, mientras no me permita sucumbir demasiado a esos momentos depresivos.

Por eso disfruto este fin de semestre; cada lectura, cada ensayo, cada exposición, cada control, cada caso por resolver, cada persona con la que convivo; y disfruto también ese lugar en que trabajo, ese museo, en el cual nos pagan con cacahuates, pero en el que tuve por primera vez, desde hace 6 años, la oportunidad de dedicarme a una actividad que me gusta, que me deja satisfecho al salir, en la cual no me importa en lo mínimo trabajar en fin de semana (de hecho es cuando lo disfruto más) y donde encuentro gente tan valiosa en las que me inspiro para mejorar en varios aspectos constantemente. Igualmente es bastante probable que lo deje a apartir del próximo año, a menos que la vida de alguna sorpresa, pero por ahora lo disfruto; sus visitantes, sus fiestas, sus grandes espacios, su gente, la hermosa niña que he mencionado, incluso su mísero pago lo disfruto, pues creo que nunca más volveré a ganar tan poco (!jajaja!).

Agradezco a la vida por poder contar todo esto y poder reirme, incluso después de alguna lágrima traicionera.















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